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viernes, 24 de junio de 2011

Ser o no ser optimista.

Por mucho que me digan, las cosas nunca salen como uno las espera y los planes nunca van a ir bien. Sin ir más lejos yo ahora mismo tendría que estar en Irvine, CA. Bailando y estoy de vuelta en mi casa en España.
Supongo que es lo que toca, dicen que si las cosas pueden salir mal, van a salir mal de la peor forma y el peor momento posible y yo llevo con mi mala suerte 18 años, ni una sale a derecha.
A pesar de cada golpe que me da la vida, suelo ser optimista mirar el lado bueno de las cosas en este caso digo: bueno no estoy en Irvine bailando pero estoy en mi casa en España que es mejor que estar en Buenos Aires.
Pero la vida me va comiendo poco a poco.
Apenas tengo 18 años y creo que ya he vivido casi de todo... cosas trágicas y no tan trágicas.
Habra gente que estará pensando, bueno que no hayas podido ir a Irvine no es algo trágico. Y es cierto, no me pasa nada por que no haya podido ir. 
Pero son planes que tienes, que a lo mejor son pequeñas cosas como esto que supondría una gran mejora para mi formación como bailarina. Que se suspenden. y se suspenden tantas que al final te acabas preguntando que es lo que tienes.
No tienes nada, no eres nadie.
Y de qué sirve poner todo el empeño en algo si al final siempre va a haber algo que no deje que pase? que nunca vayan las cosas bien.
Al final lo que pasa es que una se acaba cansando, y manda el optimismo a la mierda.

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