Seguidores

martes, 24 de julio de 2012

Hay mucho y no hay nada.

El otro día intenté llorar. El otro día intenté abrazar mi almohada. No pasó nada. No consigo sufrir porque sufrir sería menos de aquello que siento. Intenté hablar. Llamé a una amiga y intenté hablar. Me quedé parada, hasta que la voz me salió. Intenté aceptar el abrazo de mi amiga, pero mi mano no consiguió tocar su espalda. No consigo estar triste porque estar triste es menos de lo que siento. No consigo aceptar ningún tipo de amor porque ningún tipo de amor me parece del tamaño del agujero en el que me he convertido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisas.