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jueves, 28 de abril de 2011

Soportaste tormentas temblando de miedo.

Su mayor miedo es la soledad. Le tiene pánico. Cuando se siente sola, llora. Llora hasta que no puede más. Llora con ansia, con rabia. Llora porque no se siente querida y amada. En las frías noches, se cubre con las sábanas y llora en la almohada. Llora hasta empaparla de lágrimas. Llora bajo, para que nadie pueda oírla. Llora mucho. Llora porque hay gente que no puede estar más con ella o por otros que pueden pero no están presente en los malos ni buenos momentos, ni lo estarán. Llora porque no entiende su manera de ser. No entiende sus sentimientos y en realidad parece una niña caprichosa que no sabe ni lo que quiere, ni lo que siente. Llora por sus rarezas, por su comportamiento en determinadas situaciones. Llora por pequeños problemas.
Soportaste tormentas temblando de miedo, soñaste con los ojos abiertos. Y ahora lloras como la niña que nunca dejaste de ser, es hora de que crezcas.

1 comentario:

Sonrisas.